lunes, 1 de diciembre de 2014

¿Por qué no se callan?

Hay personas que se sienten orgullosas de sí mismas y de sus familias. Yo no soy una de esas. Los quiero y trato de quererme, pero ver lo banales, desagradecidos y vengativos que somos me hace preguntarme si el mundo no estaría mejor sin nosotros.

Por lo menos se que no estaría peor sin mi, y que claramente no necesita que se prolongue esta herencia de terquedad, odio, desamor y desagradecimiento. Siempre hemos dicho que no hay peor castigo que la indiferencia, y si lo hay: el desagradecimiento.

Es odio lo que siento en el corazón. Necesito extinguirlo, pero para eso necesito extinguir muchas vidas, incluyendo de preferencia la mía.

A ella la odio. Por desagradecida, por venenosa, por vengativa, por egoísta, por ser una de las peores madres que conozco. Porque por idiota me puse en el inconveniente papel de asumir sus responsabilidades.

Pero no más. No voy a sufrir ni a defender más, a menos que se trate de mi espacio vital. Si quieren matarse, ¿por qué habría de ponerme yo en el medio?. Por mi orgullo quise controlarlo y calmarlo todo, pero no más. Hoy, por mi orgullo, me voy a hacer cargo solo de mi misma.

P.D.: El que busque mi solidaridad, no la va a encontrar.

P.P.D.: Moraleja: No contesto lo que no me están preguntando. No me meto en lo que no es mi problema. No doy mi opinión a quien no le importa. No le pido a los soberbios que se creen superiores a mí (así el favor no sea para mi).


domingo, 30 de noviembre de 2014

Ira, ira, ira.

La ira que estoy sintiendo no conoce límites.

En los momentos de dificultad es cuando uno se da cuenta de lo insoportables que pueden resultarle ciertas personas; aunque en mi caso también es cuando me doy cuenta de mis peores defectos.

Tengo ira. Mucha ira por la incomprensión y por el desagradecimiento. Por los que pudiendo ayudar, no lo hacen. Por los que dicen ayudar con condiciones después de haber causado tanto daño. Por los que se quedan ahí, chupando la poca sangre que le queda al herido. Por los que se creen con el mínimo derecho de dar consejos y guías de vida cuando son los principales obstáculos en sus vidas y en las de los demás. Por esos mismos que además se creen con mayor autoridad aún para juzgar a otros solo para encausar sus propias fallas y sus propios descontentos.

Tengo rabia. Suficiente para gritar, golpear y quedarme callada mientras planeo la forma de derramar más sangre. Tengo ganas de hacer una lista de aquellos de quienes no quiero volver a saber en mi vida. Quiero escribirles una nota de despedida, de esas alegres, de esas que se firman diciendo "será un placer no volver a saber de ti". Suficiente también para arrojarle un vaso de agua al próximo que me crea tan absurdamente ingenua como para decirme que "todo es para bien", que "todo va a mejorar". No, no todo va a mejorar. En la realidad y en las películas se ven vidas que solo caen en un eterno casi sin fin, siendo el mejor y único final posible la muerte.



lunes, 13 de octubre de 2014

Entrada para mí

Hoy voy a escribir sobre lo que me pasó ayer. No es una anécdota que valga la pena ser contada, no es para reír ni para llorar. Es para recordarme que puedo sentir, que YO puedo reír sin razón aparente y que TODO PASA.

En estos dos meses de desempleo he conocido a varias personas, entre ellas dos hombres que... digamos que me han llamado la atención. Al primero lo llamaremos Juan Pablo, que es un nombre común. Lo conocí en una fiesta. La interacción entre los dos fue más que limitada y en todo momento compartida, no privada. Juan es un hombre interesante, buen conversador y con la mirada profunda. Las dos primeras semanas después de conocerlo, no hacía más que buscarlo en Facebook para verlo en las dos únicas fotos públicas de su perfil. Ya han pasado casi dos meses y ya lo superé. No digo que si lo vuelvo a ver, me vaya a ser indiferente, pero llevo más de una semana sin estar imaginando diferentes escenarios en los que nos podríamos encontrar (ah, y también sin buscarlo en Facebook).

El segundo caso es Jose. El amigo de un amigo. Hemos salido un par de veces, siempre en grupo. No es la persona en la que me fijaría a primera vista, pero es inteligente y divertido. No se porqué a mi se me metió en la cabeza que le gusto... honestamente no se porqué, todo lo veo en unas vagas señales auto-inventadas que cualquier persona sensata identificaría como meras casualidades. De hecho, ni el teléfono me ha pedido... pero ya se sabe lo que puede hacer una mente ociosa. Ayer, el amigo que tenemos en común me llamó para que saliéramos por la tarde y me dijo que Jose iba a ir. Pues ¿quien dijo miedo?. De forma casi que automática se me dibujo una sonrisa en el rostro y estuve toda la tarde sintiendo mariposas en el estómago y pensando que ropa me iba a poner y como me iba a peinar. Al final, el atuendo fue apropiado para el plan relajado de salir a comer con amigos y mi pelo decidió colaborar, así que no parecía ni el Rey León ni la niña de El Aro. Llegué cortésmente temprano, pedí un café y hablé naturalmente con los amigos que iban llegando. ¿Y qué pasó con Jose?. Pues que nunca llegó. Al rato llegó mi amigo contando tranquilamente que el otro no había podido ir. Jejejeje. Si, si es chistoso. ¿Tanto estrés y tanta arregladera para un plan de domingo por la tarde para que el tipo ni se apareciera?. Eso me pasa a mí, al Chavo y a las malas de las películas... de verdad. En todo caso, me divertí, la pasé bien y conocí personas interesantes. Más interesantes que Jose porque tuvieron el valor agregado de estar ahí. Debo decir, no con poca satisfacción, que esta mañana pude recordar la situación con una sonrisa y no con la frustración que me caracteriza. O ya maduré o ya me acostumbré, pero ya no me echo a la pena por cosas tan intrascendentes como que me dejen casi-plantada en una cita inexistente.

En otros temas, y solo para recordarme de lo que soy capaz, llevo dos semanas a dieta. Una dieta estricta que limita totalmente los carbohidratos, pero lo he hecho bien. Hasta ahora he perdido dos kilos, que no son un montón, pero son mi logro. Espero ir aumentando el ritmo de pérdida, de tal forma que cuando encuentre un trabajo pueda repetir esa hermosa etapa de comprar ropa nueva con mi primer sueldo... Si no lo hicieron con su primer trabajo, no saben de lo que se perdieron.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Buscando la motivación

Sigo buscando trabajo.

Parece que me van a dar un trabajo para una consultoría y eso me permitiría tener un par de meses de tranquilidad (económica).

Después de tener tanto tiempo para pensar, me siento como una adolescente. Y no porque me sienta joven y con la vida por delante, sino porque me siento desubicada: sin metas claras, sin una razón clara para seguir adelante. En cuanto libro, artículo o blog que leo para salir de esta "tusa profesional" encuentro que se necesita motivación. Y si, eso es lo que a mi me falta. Me sobran ideas, pero me falta el impulso: no me muero por volver a trabajar. Me aburre estar en casa, si, pero la única razón real que me lleva a buscar ofertas laborales y enviar mi hoja de vida es que necesito el salario... Para qué? Para subsistir y cubrir los gastos de la casa, para viajar, para volver a estudiar. Todo eso suena bien, pero entonces ¿por qué es tan difícil levantarse cada mañana?. Pues porque no creo que algo me haga verdaderamente feliz.

Por lo menos no tan feliz como cuando era una niña en el colegio y me sacaba buenas notas. Eso es lo que me hace feliz, pero ya nadie está dispuesto a pagar para que yo estudie y me despreocupe de la vida.

Busco trabajo porque la razón me dice que lo necesito. Pero no busco nada que me haga feliz porque cada vez entiendo menos que es lo que quiero y puedo hacer. Siento que no he logrado nada. Que no llegará ese día en que mire hacia atrás y me sienta realmente satisfecha de lo que he hecho. No me considero una mala persona, porque en realidad mucho de lo que hago lo hago por lo demás, pero ni siquiera eso me satisface. De hecho solo es un motivo más para sentirme mal, ya sea por dejar de hacer algo por mi, o por dejar de hacer algo por alguien cuando simplemente las circunstancias no lo permiten.

Escribo sin rumbo y sin sentido. Sin hilar las ideas. Usando este espacio como un pensadero en el que vacío todo lo que se me pasa por la cabeza, para ver si desde otro punto de vista encuentro la solución a esto que me embarga, pero que no puedo describir.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Entrada, salida...

Cada día es más denso que el anterior. No hay noticias buenas ni malas. Muchas solicitudes, ninguna respuesta.

Si uno cree que los astros influyen en la suerte de las personas, entonces se podría decir que este año los planetas, estrellas, satélites y asociados están saliendo de un mal guayabo... de esos que a los humanos nos duran tres días después de mezclar tragos claros y oscuros, caros y baratos, destilados y fermentados. Porque sí, lo que causa el guayabo no es que usted se tome tres litros o más de alcohol: según los expertos, la causa del guayabo o resaca es revolver varios licores una misma noche.

Lo cierto es que las nuevas oportunidades no abundan, y las que aparecen solo me hacen recordar la monotonía y el inconformismo que sentía en mi ex-trabajo. Todos los EX son tormentosos. No solo los ex-novios.

No se que hacer. Casi todo me recuerda que fracasé y que tal vez esa era mi buena racha, y que puede que de ahora en adelante viva en una eterna crisis: económica y existencial. Anoche no podía dormir, y lo único que deseaba era no volver a despertar. Cada día creo menos en los que dicen que todo va a salir bien y que "esto también pasará": si es tan bueno quedarse sin trabajo, por qué entonces no intentan hacer lo mismo?. Es fácil: un error lo suficientemente grande para que no pase desapercibido y ya: sin importar títulos ni años de antigüedad, recibirán una carta de despido y una amable invitación a abandonar las instalaciones...


domingo, 7 de septiembre de 2014

Temas en la cabeza

Tengo muchas cosas pasando por la cabeza: que necesito conseguir trabajo, que me gustaría adelgazar, que tengo que restringir los gastos de la casa para que mis modestos ahorros me duren un par de meses mas... que si, que me gustaría estar con alguien, con ese alguien que conocí hace poco.

Lo preocupante es el orden que mi mente le da a mis prioridades... Honestamente habría podido estar un poco más enfocada en mi búsqueda de trabajo, pero cada día es el último tema en el que me logro concentrar. El primero es ese alguien que conocí tangencialmente en una fiesta, de quien solo se su nombre y el color de sus ojos... ahhh, y que vive fuera del país. Como es el amigo de un amigo, he podido ver unas cuatro fotos que tiene en Facebook. Si, me pueden acusar de acosadora, pero creo que eso se le puede excusar a una pobre desempleada como yo... el proceso de ver las mismas fotos una y otra vez es mi momento bueno del día; en realidad es un mini-momento porque el "objeto de mi afecto" es más que discreto y cauto... con ese perfil no hay posibilidad de averiguar mayor detalle sobre su vida, ni siquiera la edad. Es más que difícil que nos volvamos a encontrar en algún momento de la vida, así que me conformo con entrar esporádicamente (léase compulsivamente) a su perfil para ver sus ojos y su sonrisa... tampoco es que tenga un plan más entretenido y todos tenemos derecho a fantasear.

Por su lado, la búsqueda de trabajo avanza lentamente, muy lentamente, sin mostrar por ahora alguna señal de éxito. Contrario a lo que cuentan las novelas rosa, no es cierto que uno pierda un trabajo para encontrar su vocación de vida... Honestamente creo que terminaré en algo similar a lo que venía haciendo, porque la necesidad es cada vez mayor y no me puedo dar el lujo de escoger.

La dieta... no se que es eso. Mañana le daré una oportunidad a uno de esos tratamientos que funcionó en el pasado (claro, si es que los precios aun lo permiten) y a caminar media hora diaria. Obligarme de salir de la casa ya es un progreso, así no pierda ni un gramo.


sábado, 16 de agosto de 2014

Se cerró el ciclo

Hace dos semanas perdí mi trabajo. Si, yo lo perdí porque no lo cuidé. No hay más que decir.

Por ahora estoy en mi casa, descansando y participando de vez en cuando en las tareas del hogar. Es difícil no saber que va a pasar con mi vida profesional. Es bueno, sin embargo, contar con la familia y los verdaderos amigos.

No tengo más que decir. Durante 8 años la razón aparente que me mantenía a flote fue mi trabajo. Ahora no tengo nada. No se siente bien ni mal, solo se siente un vacío que no se con que voy a llenar.




domingo, 18 de mayo de 2014

Fin de semana

Es domingo por la tarde. La franja favorita de los suicidas, pero yo evito el dolor físico siempre que me sea posible.

Un fin de semana algo positivo, con amigos, con la familia, con mis libros. Así que al final podría decir que fue algo bastante equilibrado. Sin embargo al final de todo equilibrio falta algo, y al final del mío queda una ausencia, un alguien que hace falta para contarle que la película del viernes, a pesar de las fuertes críticas, estuvo muy divertida y que reí hasta por los codos... que el sábado fue más familiar, y que hoy finalmente terminé de leer el libro que tenía pendiente hace varios meses. La Sombra del Viento. Como suele pasar, lloré al final. No sé si lloro porque el desenlace me conmueve o porque la historia se acabó y yo quería conocer más detalles. En todo caso es un muy buen libro, muy bien escrito, con una historia envolvente y cautivadora.

Viéndolo bien no es tanto para contar, pero el alma se siente más tranquila cuando uno puede contar sus pequeñas historias y sus días insulsos. Poder contarle a alguien como te fue, y que le importe, es todo lo contrario a la soledad. No que la soledad sea mala; uno no puede andar por ahí hablando mal de los amigos.

En varios momentos me he preguntado si valdría la pena volver a intentarlo: sí, lo de hacer dieta y perder un poco de peso. Ya la esperanza de ser hermosa y delgada la perdí. Ahora hablo desde la perspectiva de una persona que empieza a sentir todos los males que las personas normales empiezan a sentir solo después de los 50: las rodillas duelen, la fatiga llega con el más mínimo esfuerzo físico, la gastritis ataca, así como los dolores de cabeza inexplicables. También creo que sería bueno intentarlo para tener un foco, un objetivo y una ilusión. Para demostrarme, aunque sea por una vez en la vida, que puedo lograr algo bueno si me lo propongo y que no todos mis triunfos responden a la buena suerte.


miércoles, 14 de mayo de 2014

La Pantera Rosa va al gimnasio

Hace muchos, muchos años, cuando era una niña (década de los 80 para que se hagan una idea), no tenía televisión por cable ni nada que se le parezca. Tenía acceso a tres canales de televisión, los tres nacionales y públicos, así que calculen la diversidad de programación...  No tenía Cartoon network, Disney Channel ni Nickelodeon (de hecho no tengo claro que tales canales existieran hace 25 años). La programación infantil se limitaba entre semana a un par de programas a las 5 o 6pm, no recuerdo bien, y los fines de semana a la franja de la mañana... Así que si uno quería ver “mucha” televisión, se levantaba a las 7am sábados y domingos.

No se si eran los programas más populares, pero mis favoritos eran Los Pitufos y La Pantera Rosa... pero La Pantera Rosa de esa época... larguirucha, ocurrente y con un poco de mala suerte para llevar sus planes a buen término. Escuchar el intro era gran parte del plan de fin de semana; creo que era porque yo en esa época escasamente sabía los colores en inglés y lo único que entendía era el “pink panther”, pero juraba que me sabía toda la canción. Sin embargo el momento culmen era el inicio del episodio con la mejor música de fondo que se haya compuesto en todos los tiempos... ¿vivirá alguien que haya nacido antes del 2000 y no identifique perfectamente la melodía de la Pantera Rosa?.

Pues siendo este uno de esos recuerdos de infancia que dibuja automáticamente una sonrisa en mi rostro, imaginen mi emoción el día que vi que los episodios de La Pantera Rosa estaban disponibles en Netflix! Fue como tener una segunda Navidad en un año... Imaginaba que iba a pasar todo el fin de semana viendo un episodio tras otro, sin adelantar la parte de la introducción obviamente.

Así que empecé: comodamente sentada puse el Episodio 1, Temporada 1... y PLOP... Debí suponer que algo terrible iba a pasar cuando en el título decía “El nuevo show de la Pantera Rosa” y el intro original había sido remplazado por la versión “modernizada” (por no decir masacrada) de la vieja canción de fondo... las imagenes no merecen ser mencionadas. Concluí que todo iba a ser un desastre cuando salió la impostora, una pantera rosa cualquiera, y dijo “regresé amigos!”. ¿Notan algo extraño?... Si, eso! la pantera rosa dijo... La Pantera Rosa, ese animal de bien con el que yo crecí, no hablaba... porque como resaltaba el intro original “... have you ever seen a panther that is pink? Think! ...”, todo el personaje fue construido alrededor de ser una Pantera Rosa... Rosa... con eso era suficiente. No tenía que hablar... el Burro de Shrek habla y ese es su talento, pero como su nombre lo indica, el encanto de la Pantera Rosa está en su color, no en que hable... por eso es que no se llama la Pantera Parlanchina. Y si, se volvió parlanchina, habladora, fastidiosa e insoportable. Después de tres minutos de ver semejante ridiculez entendí la frustración que debió sentir el personaje interpretado por Jean Dujardin en El Artista cuando le dijeron que el futuro estaba en las películas habladas (cine sonoro que llaman...).

Estuve triste por unos días, aunque sabía que muy seguramente en YouTube debían estar los capítulos de la verdadera Pantera Rosa... Pero no fue necesario entrar a revisar... al día siguiente y por pura casualidad encontré que el noble canal TCM (para viejitos como yo), haciendo gala de su preocupación por la preservación y divulgación de los clásicos, estaba transmitiendo los capítulos de “the one and only, truly original Panther pink from head to toe...”, el auténtico show de La Pantera Rosa. Los dejé grabando y hoy que pude ver un capítulo, fui feliz, eso a pesar de que precisamente es un capítulo en el que mi entrañable amiga va al gimnasio (si, ese lugar con máquinas extrañas al que yo debería estar asistiendo regularmente en lugar de estar acostada como morsa...). Sobra decir que ni a La Pantera Rosa, flaca y escuálida como es (flaco y escuálido de hecho), le fue bien en el gimnasio.

En favor de Netflix debo reconocer que, después de una búsqueda más profunda, encontré capítulos de los originales...

En favor de quienes hacen mi vida mejor, debo dar gracias a quienes hicieron posible esta entrada: TCM, YouTube, Directv y La Pantera Rosa.


domingo, 11 de mayo de 2014

Películas y temas varios

Las últimas semanas han sido relativamente neutrales: niveles normales de trabajo y estrés (aunque no sé si pueda considerarse “normal” tener estrés cuando hace dos semanas llegué de vacaciones), pocas salidas culturales (porque después de las vacaciones mi cuenta bancaria y tarjetas de crédito simplemente no lo permiten... tal vez por eso el estrés) y entretenimiento en casa (leer, ver películas y las series de siempre).

Que valga la pena comentar: una que otra película nueva (para mi, muchas salieron de cartelera hace años), a continuación:


  • Holy Motors: Excelente producción ... bla, bla, bla. Logró intrigarme al principio, y solo terminé de verla esperando que al final todo cobrara sentido. Es de esas películas hechas para personas con mente superior a la mía porque yo definitivamente no entendí. Si alguien cree que la entendió y que puede explicarla, le agradezco inmensamente haga el intento conmigo. Ya me he encontrado un par de veces tratando de resolver la película en mi mente y el tema me está atormentando en mi cabeza.
  • La Mejor Oferta: Que historia más linda. Llena de arte, y con un actor que me encanta. Una lección de esas para las personas que presumimos de independientes y amargadas. ¿Qué pasa cuando se pone todo el empeño en una carrera, en una obsesión?. Excelente reparto, linda historia.
  • El Tigre y la Nieve: creí que iba a ser igual de dramática que La Vida es Bella, y por mucho tiempo me rehusé a verla. Por cosas del destino un amigo la recomendó insistentemente y finalmente la vi. Me gustó mucho. De esas películas que “elevan el espíritu” y me dejan sonriendo por varios días.
  • Promoción Fantasma: Una película española, divertida y relajada. La encontré en algún canal de películas y me pareció muy divertida. Me encantan las películas de espíritus y fantasmas, y esta no es la excepción.
  • Despicable Me 2. Divina!!! Las películas infantiles son las mejores. Adoré los minions (los muñequitos verdes). Además pude hacer mini-maratón con la primera película, así que esa tarde fui muy feliz. 
  • The Wedding Crashers: Típica comedia romántica. Muy, pero muy divertida. Haciendo uso de la temática de los matrimonios: donde todos se van bien arreglados y las mujeres solteras van con una segunda intención (no solo lo dice Hollywood, es un concepto universal. Si no me creen, vean esto por favor).  
Otro asunto que me gustaría discutir es el de la edad. Cuando estaba en el colegio, casi nunca tenía que estudiar. Tenía una memoria casi que prodigiosa. Ahora noto que me queda difícil recordar las películas que he visto y los los libros que leo. También me he dado cuenta que leo menos. Tal vez si le cuento a alguien lo que veo y lo que leo, no sea tan fácil dejar mis libros y mis películas de lado. Supongo que eso fue lo que me motivó a contar lo que he visto las últimas semanas. 

Sigo sin darle un estilo a este blog. Tiene lo que se me ocurre de un día para otro, sin secuencia, sin constancia, pero al menos a mi me divierte... Pero para eso está, ¿no?, para hacerme feliz a mi, y a cualquier mente divergente que se atreva a leerme.





jueves, 8 de mayo de 2014

Hombre sin rostro

Un amigo para hablar... para escribir por horas contando historias una y otra vez.

Sin miedos, sin fotos, sin cámaras. Sin temor al rechazo por no reflejar la imagen que cada uno tiene del otro.

Un hombre sin rostro, con ideas brillantes y voz profunda.

Eso es lo que busco. Una sola presencia que comparta mis ratos de silencio.

martes, 21 de enero de 2014

Lecciones Aprendidas I: Malos patrones

Estoy leyendo un libro que trata de la importancia de estar en el presente. No en el pasado, no en el futuro. Me hizo pensar y recordar algunos "principios" que por una vez en la vida, me gustaría aplicar:

  • Si no soy yo, ¿entonces quien?. Si no es ahora, ¿entonces cuando?
  • Vivir el ahora. No antes, ni después.
  • Puedo cambiar lo que quiera de mi vida.
Sin embargo, se vale volver al pasado para aprender de los errores. Leí en otro blog que "de los errores surgen mejores ensayos", pero para esto hay que saber exactamente cual fue el error.

A continuación mis errores:

  • Haber aceptado que mi vida profesional se diera por defecto, sin sentarme a pensar en qué es lo que quiero para luchar por ello.

  • Ímaginarme que me voy a enamorar en alguno de los siguientes casos de telenovela:
    • Chico malo se regenera porque encuentra al amor de su vida en una niña buena (léase yo).
    • Chico bueno, calificable como "husband material", se enamora perdidamente de mi. Me hago la dificil porque "Oh! no creo en el amor ni en el matrimonio", pero el va a mover cielo y tierra hasta convencerme de que seremos felices solo si estamos juntos.
    • Algún "ex" (novio, amigovio, amigo con derechos o "desgraciado que se aprovechó de mi") aparece arrepentido por haberme dejado ir y ahora, que es un hombre nuevo, quiere (y logra) recuperarme para nunca más dejarme ir.
    • Super hombre, de la vida real, termina siendo amigo mio. Nuevamente, se enamora perdidamente de mi indiferencia, hasta que no soporta más y me declara su amor ( a la vez que confiesa como cada vez que hablabamos como amigos quería darme un beso).
    • Hombre bueno, después de una relación tormentosa, descubre que yo sí valgo la pena.
    • Variaciones o combos de algunas de las anteriores.

  • Haberme encaprichado con los siguientes personajes (los nombres de los protagonistas han sido modificados para proteger mi identidad, no la de ellos):
    • Raúl: Primo de mi mejor amiga del colegio. Fue mi amor platónico desde que yo tenía 12 años. Yo era, tal como ahora, gorda y el feo y pecoso. Tal vez esto no sería problema, pero resulta que parece que a esa edad yo tenía una buena capacidad para identificar el potencial físico de los hombres, porque este pecosito se volvió todo un galán. Casi muero el día que me dijo que fueramos amigos: me parecía un gran primer paso, hasta que decidió salir/cuadrarse/mantenerse en contacto con la mitad de mi curso, excepto conmigo.
¿Qué aprendí?: (i) Evitar a los hermanos, primos, mejores amigos de tus amigas. (ii) La belleza física siempre es la mejor "primera impresión".

    • David: El fiasco de la época universitaria. Ese error que uno nunca debió cometer, pero con el que aprendió todas las lecciones dificiles. El era feo, y aunque siempre le gustó una amiga que teniamos en común, parece que las cosas se dieron después de varios desplantes de ella. Toda la carrera estuve ilusionada con este idiota que nunca quiso tener nada oficial ni público conmigo.
¿Qué aprendí?: (i) Si quiero algo serio, no debo acostarme con alguien que me sigue presentando como su amiga, mientras que además sale de rumba con otras. (ii) Hay que saber escoger. Mejor sola que mal acompañada. (iii) Cuando tu mejor amigo (hombre) dice que otro tipo no te conviene, muy seguramente tiene la razón.
    • Leonardo: No hay mucho que decir. Errores similares a la experiencia inmediatamente anterior. Solo que con este tuve una mini-venganza. Bueno, solo para refrescar mi memoria y la serie de eventos que desencadenó mi insanidad mental, contaré la historia.
Nos conocimos en el trabajo, aunque solo empezamos a "salir" cuando dejamos de trabajar juntos. Mientras trabajabamos era, o por lo menos a mi me parecía, interesante, inteligente, caballeroso, divertido. En ese tiempo el salía con otra niña, pero ella se fue del país. ERROR #1: Tratar de conquistarlo siendo su paño de lágrimas. Después de que ella se fue, seguiamos hablando mucho; de hecho alguna vez me invitó a cine con los amigos, pero preferí no ir porque no estaba en mi mejor facha (a pesar de estar en la oficina. No estaba desarreglada, pero no estaba presentable para los amigos del niño que me gustaba). ERROR #2: No estar presentable siempre que salgo de casa. Alguna vez pensé que ese día cambió el buen rumbo que habría podido tener nuestra relación.
Meses después salimos, y esa noche nos acostamos. ERROR #3: No acostarme en la primera cita-cita con alguien que me gusta de verdad. Después, aunque tratamos de tener algo, me salió con el cuento de que estaba en un momento familiar dificil, y no podía dedicarme el tiempo que yo me merecía (o algo así). “Afortunadamente” su momento familiar fue superado en menos de unas semanas, porque antes de un mes ya estaba cuadrado con otra.

  • Javier: Quiero pensar que no fue un error. Si, nos equivocamos. Si, sufrí. Pero fue la primera relación bonita que tuve. Con él, aunque por tiempo limitado, me sentí apreciada, respetada. El error tal vez fue asumir que las condiciones estaban dadas y que ambos manejabamos la misma definición de varios términos...

lunes, 20 de enero de 2014

Inolvidable

No sé lo que pueda pensar al recibir este correo. Tranquilícese. Solo sentí cierta necesidad de contarle a alguien lo que me pasa por la cabeza.

Me gusta Ricardo. Como me han gustado muchos otros, así que no creo que sea para preocuparse. ¿Qué importa si tiene novia? De todas formas no va a pasar nada. Ella es linda, muy linda. Y él y yo somos tan diferentes… creo que por eso me gusta tanto, porque me gustaría ser como él: sonriente, relajado y con una racionalidad extrema que no cree en religiones o espíritus. Tal vez si fuera como él no me importaría nada y hasta sería capaz de coquetear con él… Claro, para eso también necesitaría ser linda porque en otro caso no valdría la pena la pérdida de la dignidad y el orgullo.

Me gusta pensar que solo a mí me mira fijamente a los ojos. Cuento los segundos que me sostiene la mirada para creer que el resultado, sea el que sea, supera la estadística básica que diferencia la confianza de la atracción.

Ya dije que no me preocupa. Me han gustado muchos, y ya varios han dejado de gustarme. ¿Por qué esto habría de ser diferente?... Tal vez porque lo veo de lunes a viernes, porque su puesto ahora está más cerca al mío, porque el color de sus ojos no cambia… pero esto no significa que sea diferente, solo que me llevará más tiempo.