lunes, 18 de junio de 2012

Rechazo

En medio de todos mis dramas auto-inventados, ayer, en una muestra de mi inamdurez y mi inconstancia, le dije a Javier que lo extrañaba y que lo quería... el respondió que me pensaba mucho y que también me quería. Hoy le dije que si ibamos a tomarnos algo y de una forma menos que disimulada, me dijo que no.

Hoy, que siento este hueco con forma de nudo en la laringe... respiro con dificultad y con una frecuencia mayor a la normal para un estado de reposo, como si tuviera que esforzarme para quedarme sentada en una silla.

¿Han visto a esas personas hiperactivas, que hacen muchas cosas (trabajo, estudio, dieta, proyectos manuales) y al final obtienen muy buenos resultados?, pues yo no soy una de esas: soy perezosa, indisciplinada y una vez que otra las cosas me salen medianamente bien... igual, siempre me estoy quejando. De hecho, estoy escribiendo esto desde mi oficina, cuando debería estar adelantando trabajo.

Esto no es sostenible, y siento que caigo demasiado despacio... que voy a morir como la rana en la olla de agua que al principio está fría...

Y él, para los que no se habían enterado, no me quiere.

domingo, 17 de junio de 2012

¿Qué estoy haciendo?

Hace unos meses decía que quería volver a trabajar duro. Ahora que lo consigo, me doy cuenta que eso no es lo que quiero. El resto sigue igual... sin una vida propia, con un cuerpo que cada día odio más y la cara... ni se diga.

Extraño a Javier, pero no se como hacer que vuelva... el quiere, yo no sé que es lo que quiero. A veces suspiro profundo y no se por qué... por la nostalgia de lo que deje ir o por la añoranza de lo que nunca pude tener.

Incluso en los pocos momentos felices, hay algo de mi que me incomoda... en general mi cuerpo y sus múltiples imperfecciones. Si desapareciera hoy, no tendría mucho que perder.... otros 30 años de fealdad y soledad? Eso es tanto como perder nada. Los otros podrían sobrevivir con los seguros y la lástima de los demás, pero yo no quiero seguir viviendo con lástima por mí misma.

Alguna vez alguien comentó que tenía muchos altibajos emocionales. Me sigo preguntando en donde están los altos.

Javier fue en algún momento mi esperanza, pero como quien no quiere ser feliz, lo arrugué como un papel viejo y lo bote lejos de mi vida. Los otros siguen sin llegar, y a mi solo me queda la esperanza perdida.

Quiero reír, quiero ser otra, quiero que me amen con locura. Por eso sueño; sigo siendo feliz en mi mente donde invento historias, pero nunca puedo quedarme ahí... la realidad me despierta y me sacude solo para que se asome la amargura.

Inconstante y perezosa como soy, no podré salir de acá. Fea y gorda, nadie me va a rescatar.

En estos momentos lo único que acude es el rencor con los que pasaron y conmigo por dejarlos pasar. Necesito olvidarlos para reducir el dolor. Javier es el único a quien no quiero olvidar... el es un buen recuerdo a pesar de su miedo.