sábado, 14 de diciembre de 2013

Además de gorda, fea...

La familia, los amigos, la publicidad y las revistas dicen que el físico no importa. Y sí, si importa.

Importa sobretodo cuando uno es gordo, pero además es feo.

No soy muy sociable. No tengo tantos amigos, y la mayoría ya están casados/comprometidos/ocupados, así que no los veo con tanta frecuencia. Siendo hoy un día frío, sin mejor plan que quedarme en mi casa, entré al chat.

Primero, el descarte de siempre... de 10 saludos, 8 son para temas sexuales. Después, responder los saludos decentes, a ver si de alguno sale alguna conversación interesante. Y de forma fluida y para mi sorpresa, lo encontré. Una persona aparentemente de bien, con la que podía hablar de temas inocuos y reírme mientras pasaba la tarde del sábado. Tan interesante, que accedí a darle mi número para seguir en contacto por whatsapp.

Claro, cuando uno da el whatsapp es para chatear. No para mostrar la foto. No me considero atractiva, así que obviamente no tengo foto en whatsapp. Mi única ambición era chatear con alguien que encontré interesante. Debo decir que la foto de él no era nada del otro mundo, un colombiano común y corriente. Si me lo hubiera encontrado en la calle, tal vez ni me habría dado cuenta (además porque no voy muy atenta a lo que pase a mi alrededor).

Pero él si quería una foto, así que envié la menos desfavorecedora de 5 que encontré. Unos cuantos minutos después, se despidió para terminar de hacer el pesebre...

AH???

1. No conozco ningún hombre que viviendo solo, haga el pesebre. En el mejor de los escenarios, lo hace la novia, la mamá o la señora que va una vez a la semana a arreglar el apartamento.

2. ¿Quién interrumpe el hacer el pesebre para ponerse a chatear?

CONCLUSIÓN: Este imbécil me vio la cara de idiota. Si, gorda, fea y ahora idiota.

¿Qué le hace pensar a un hombre que en un chat va a encontrar una mujer esbelta y hermosa?

¿No se dan cuenta que las esbeltas, hermosas, y que además puedan tener una conversación interesante, tienen mejores planes que chatear???

Pero esto no es todo.... No.

Ante semejante salida en falso, acudí a la sensatez y simplemente borré el contacto. Pero una hora después recibo de su número (que reconocí porque en whatsapp sale su foto), el siguiente "chiste":

"Un miquito está llorando porque es muy feo, y la mamá le dice "tranquilo, si tu lloras por eso, imagínate el que está leyendo este mensaje""!

¿Me lo tenía que decir?. Yo ya me había dado cuenta que el joven había preferido sacarme de taquito porque le parecí o muy fea o muy gorda o ambas. ¿Para qué p#&$" me tenía que mandar ese chiste?

Bueno. Lo que no te mata, te hace más fuerte.

Hoy soy sólo un poquito más fuerte.

Espero que esto me prepare para todo lo que pueda pasar.










jueves, 28 de noviembre de 2013

Cosas que quiero tener en MI casa

1. Una cama gigante! Si, para mi sola.
2. Una mesa para armar rompecabezas.
3. Un sofá para leer libros y hacer la siesta.
4. Un tapete en el que me pueda sentar, meditar, mirar al techo, etc.
5. Un televisor gigante para ver mis películas favoritas.
6. Una ventana gigante para ver los atardeceres.


Diario, día 2

Cumpliendo el propósito de esta semana, escribo mi supuesto diario por segundo día.

Hoy: despedida de fin de año de la oficina. Como es usual, me quede sentada esperando que alguno de mis compañeros me sacara a bailar... obviamente no paso.

El resto...igual.




sábado, 19 de octubre de 2013

Porque yo también tengo mi corazoncito

Ya he escrito muchas veces que no puedo seguir viviendo de ilusiones. Pero las ilusiones me buscan. Supongo que es lo mismo que le pasa a cualquier adicto cuando trata de dejar su vicio... lo ve por todas partes. 

Además de las ilusiones recurrentes antes de dormir o cuando no quiero trabajar, me persiguen los señuelos, las falsas pistas de que algo bueno va a pasar. Esta vez fue con el músico. La historia igual a la de la vez pasada: mi amigo me llama, "adivine quien le mandó saludos", mi corazón late más fuerte, me pongo roja, y con alguna frase tonta llegamos al músico... que supuestamente nos va a invitar a un concierto/evento o lo que sea este sábado (léase hoy, el día que escribo la entrada). Como dignidad me queda poca, obviamente dije que si, que en donde y a qué hora... Hasta las 7pm tenía la mínima ilusión de que mi amigo me llamara para ir al supuesto concierto...

Si yo trato de no ilusionarme solita, ¿por qué el desocupado destino me hace estas bromas?. A mi favor debo decir que no me entusiasmé tanto como la vez pasada... ni siquiera pensé que me iba a poner, porque en el fondo, mi parte racional sabía que no me iban a llamar. Pero tenía una esperanza, pequeña si, pero esperanza, y ahora tengo tristeza, no tan pequeña.

sábado, 5 de octubre de 2013

Y dicen que los peores días son los domingos por la tarde...

Es sábado. Mientras me como las uñas miro a la hoja en blanca sin saber exactamente de que quiero escribir o si de verdad quiero hacerlo.

A veces escribo porque en un golpe de supuesta iluminación llego a pensar que así podré desahogarme y encontrar la solución a mis inconformidades (porque problemas, lo que se dice problemas, no son).

Mis inconformidades:

  1. Todavía no vivo sola. Pero afortunadamente tengo un techo, vivo con mi familia y mi trabajo permite que no nos falte nada de lo indispensable.
  2. No tengo novio, amante, amigo con derechos y nada que se le parezca. Ni un triste admirador.... Pues esto tampoco es un problema. Es una realidad. Me encantaría dejar de pensar en esto. Si no hay, pues no hay y punto. No todas nacimos para ser amadas/idolatradas/admiradas. Claro que sueño con ser hermosa, tener alguien que se enamore perdidamente de mi (que sea inteligente, apuesto, atlético, caballero... no cualquier cosa), pero aunque soñar no cuesta nada, siempre llega un momento de lucidez y frustración al darme cuenta que nada es ni será real...Lo mejor sería poder dejar de pensar en esto y continuar construyendo mi vida, mi mundo de un solo habitante.
  3. Soy gorda y fea. Pues lo de gorda es un problema de salud. Obviamente eso tiene un gran impacto en el asunto anterior, pero el único problema real de la obesidad es la salud. El resto son problemas mentales que tengo.
  4. No me gusta lo que hago? Lo escribo con interrogación porque no lo se... algunos días me encanta estar en el trabajo e ir cerrando temas. Otros me siento mediocre, no soy capaz de escribir ni un correo con sentido y solo espero con ansias que se acabe el día. Esto si puede ser un problema... auto-inventando, pero problema porque se puede volver un gran obstáculo en ese aspecto de mi vida que alguna vez me hizo feliz: mi trabajo.
Lo que no quiero:

A pesar de no ser del todo feliz, espero y le pido a Dios no aceptar algo que vaya en contra de lo que en realidad soy y quiero:

  1. No quiero un esposo/novio/pareja que no me quiera o que esté conmigo por los motivos equivocados (solo sexo, dinero, porque le gustan las "gorditas"-insertar cara enferma-, porque me vea desesperada, porque sea su "peor es nada", porque necesita/quiere una mujer que lo este esperando en la casa y que le mantenga todo al día, por lástima).
  2. No quiero estar con alguien a quien no amo o por los motivos equivocados (como no quedarme sola, no pasar las fechas especiales pensando en lo aburrido de mi vida, porque es el único que me volteó a mirar, por lástima)
  3. No quiero estar con alguien que no me valore lo suficiente, que no sea un caballero, que en algún momento me alce la voz o me anule ante los demás.
  4. No quiero estar con alguien que no me admire.
  5. No quiero alguien que estaría dispuesto a que yo lo mantenga. 
  6. No quiero una persona mentirosa o infiel.
  7. No quiero estar con alguien para quien yo no sea suficiente.
  8. No quiero estar con un machista de esos que cree que mi papel como esposa es satisfacer sus deseos, mantener la casa impecable y atenderlo a el y a sus amigos.
  9. No quiero alguien que crea que mi carrera profesional es menos importante que la de él.
  10. No quiero alguien que no sea capaz de aceptar y compartir con mi familia.
  11. No quiero estar con un hombre que prefiera pasar todos los fines de semana con su familia o amigos que conmigo.
  12. No quiero alguien que no sea capaz de hacerme reír. 
  13. No quiero estar con alguien que no se muera por quitarme la ropa. 
  14. No quiero tener hijos si se van a volver la excusa para detener mi carrera, para que no tenga tiempo para mi o para dejar de conocer el mundo.
  15. No quiero viajar con personas que me amarguen las vacaciones.
  16. No quiero estar con personas desagradecidas, arrogantes o soberbias.
¿Y si lo que quiero y funciona para mi es estar sola?

domingo, 29 de septiembre de 2013

Hechos y datos

Otra vez caí en la trampa de las salidas con gente del trabajo. Siempre me entusiasmo, siempre me insisten para que vaya, esta vez básicamente no tuve que pagar ni un trago, pero huí bastante temprano, cuando todos empezaron a bailar... Ya saben, nadie saca a bailar a la gorda.

Lloré cuando llegué a un lugar seguro. Cómo es posible que a estas horas de la vida me siga pasando lo mismo?

Hechos:

  • Tengo que interiorizar muchas cosas: principalmente que soy gorda, que soy fea y que estoy sola.  Que si la gente es amable conmigo es porque les caigo bien, no porque me consideren una mujer atractiva y que ninguno de mis amigos o compañeros está secretamente enamorado de mi... y mi jefe tampoco.
  • El fin de semana quería salir, pero me encontré de intrusa en cumpleaños infantiles y pagando millonadas en la peluquería.
  • Necesito asimilar que esta es mi vida. Que no puedo esperar un milagro que me convierta de un día para otro en una mujer bella, esbelta, arrolladora y exitosa porque simplemente a mi me tocó otra vida.


Datos:

  • 90 kilos
  • Relaciones sexuales: 0 en 2 años
  • Nueva orientación sexual: Asexual 
  • Edad: 31 
Dato curioso:
  • Ahora me gusta ooootro compañero de la oficina.




martes, 3 de septiembre de 2013

No quiero vivir de ilusiones

Hace año y medio terminé con Javier, y si mal no recuerdo hace dos años no tengo relaciones sexuales. Así que para fines prácticos, soy virgen, otra vez. Pero no de las virgenes recatadas y con convicción; no, soy una de esas vírgenes a las que nadie se quiere comer. Y si me veo en un espejo, pues confieso que si yo fuera hombre, a mi tampoco me darían ganas. De hecho cuando me veo en un espejo me dan ganas de llorar... de castigarme por haber alcanzado esta dimensión.

El problema es que yo, en el fondo, y no se a causa de qué instinto, me creo divina! creo que todos los hombres que me ven se sienten al menos un poco atraidos por mi y que los que a mi me gustan, me aman en secreto pero son muy tímidos para confesarlo... Si, esa soy yo. Una ilusa que se queda dormida cada noche convencida de que su vida, en todos los aspectos pero especialmente en el sentimental, tendrá un desenlace de novela rosa. No crean que soy realista e imagino que voy a terminar casada con un hombre normal, de buenos sentimientos, inteligente, pero tal vez no muy atlético y/o atractivo... No, yo me imagino con un hombre alto, MUY atlético, fuerte, y obviamente inteligente (rayando en lo brillante) y de muy buenos sentimientos. Ajá... ¿y como se supone que semejante especimen va a combinar conmigo? ¿Nos vamos a conocer mientras trotamos en Central Park o a la salida del gimnasio (él después de pasar por la sección de pesas y yo después de clase de pilates)?¿Tal vez en unas vacaciones de esas extremas a las que van hombres interesantes, apuestos, atléticos e inteligentes?... Todas estas opciones son más que remotas: soy sedentaria, escasamente camino 5 cuadras a la semana, no hago ejercicio y obviamente mi estado físico (ni el anímico) no da para una caminata ecológica, ahora menos para unas vacaciones extremas... Ah, y tampoco conozco Nueva York.

Esta es una entrada más que absurda y redundante, pero la escribo para que la "yo" que lea esto en unos minutos se de cuenta de lo rayada que esta y de lo ridículo de sus ilusiones. Por eso voy a describir mis/sus tres "candidatos" más recientes:

  • Carlos: Creo que nunca lo he mencionado en este blog. Carlos es alto, atlético, muy inteligente, exitoso en su trabajo y hasta próspero. Por un tiempo estuvimos trabajando juntos... y obviamente el me llevaba unos cuantos años luz de progreso laboral. Sin embargo creo que le generaba cierta credibilidad porque el joven me preguntaba cosas y pedía mi opinión. Cuando Carlos cambió de trabajo, pasó a mi oficina a contarme de la nueva oportunidad que tenía y a preguntarme que opinaba al respecto... La película continuó en mi pantalla mental, cuando empecé a imaginar que ese era el paso para una nueva amistad que podría "profundizarse" ahora que ya no ibamos a trabajar en la misma empresa. La realidad terminó en que el se fue y nunca más volvió a mi oficina (y mucho menos a llamar... Bueno, si llamó una vez como saludando a todo el mundo y saltando de extensión en extensión)
  • Alan: La historia de Alan debe estar en una entrada vieja, después de la que no se han tenido avances. Nunca lo volví a ver. Ya ni siquiera estoy en contacto con el amigo que teniamos en común; pero en mi cabeza, sigue protagonizando en una que otra oportunidad mi comedia romántica.
  • Federico: Este fue la cita a ciegas de una amiga (historia que también escribí en una entrada anterior). Las cosas con mi amiga no se dieron y obviamente supuse que era porque la que le había gustado era yo... obvio que no. Mi otra amiga, la que los presentó, llegó a contar el otro día que el joven estaba detrás de otra fulana en una fiesta (y como yo no estaba invitada al mencionado evento, el orden lógico nos indica que la fulana no soy yo).

Así que, mi querida "yo del futuro", deje de soñar estupideces por favor. Hay mucho trabajo por hacer y muchas deudas que pagar como para que siga perdiendo tiempo valioso pensando en novelas sin piso ni techo y en lamentarse cada vez que por fin entiende que ninguno de sus amores platónicos la va a llamar / visitar/ buscar/ conquistar/ amar.

martes, 9 de julio de 2013

La bailarina

Tengo muchos defectos. Uno de ellos que tiendo a creer en brujas, espiritistas, astrólogos y demás profesionales del gremio de la predicción... y les creo más si me dicen cosas buenas. No importa si la historia y la estadística se empeñan en contradecirlos.

Hace unos meses uno de estos brujos me dijo que en una vida pasada había sido bailarina. Sí, si creo en las vidas pasadas.

Pero el punto no es mi credulidad en temas esotéricos. El punto es que en esta vida no he tenido suerte en el baile. 

En mi familia extendida soy, como me he autodenominado, la “generación perdida”. Nací 13 años después de mi hermana mayor (Creo que fui una de esas sorpresas tardías para los padres. Mis padres obviamente lo niegan) y todos mis primos son contemporáneos con mi hermana. La generación siguiente inició con mi sobrina, y le llevo 12 años... así que contrario al resto de mi familia, nunca tuve hermanos o primos contemporáneos para desarrollar ciertas actividades como jugar, bailar, salir o pasar las vacaciones. 

En un acto de extremo conservadurismo o infinita sabiduría, mi padre decidió que yo estudiara en un colegio católico de monjas. Traducción: el colegio era femenino, alejado de la perversa influencia de hombres (en este caso niños/jóvenes) de mi edad. A pesar de que esto me parece un poco extremo (no hay universidades femeninas, así que en algún momento tendría que enfrentarme al universo masculino), creo que al final fue una buena decisión: me divertí bastante en mi vida colegial con todas mis amigas y no creo que un colegio mixto hubiera tenido un impacto positivo en una niña que tooooda la vida fue de las más gordas del salón. Por el contrario en mi colegio, ya que siempre tuve las mejores notas (a pesar de no ser la más estudiosa), mis compañeras me respetaban; obviamente no todas eran mis mejores amigas, pero me respetaban... adivinen cuanto respeto habría recibido en el bachillerato de hombres adolescentes, inmaduros mentalmente, con furor de hormonas (disculparán la(s) redundancia(s))... en el mejor escenario, me habrían ignorado; en el peor, habría sido el blanco del 90% de las burlas, bromas y comentarios soeces (el 10% restante se lo dejo a los profesores).

Con estos antecedentes se puede entender fácilmente porque los hombres no abundaban en mis amistades. Pero como nada nuevo hay bajo el sol, mi padre no podía pretender tenerme en el absoluto aislamiento de un colegio femenino. Yo tenía amigas (varias de las que aun conservo) y ellas si tenían hermanos y/o primos de nuestra edad... y todos sabemos lo que pasa cuando uno va a estudiar a las casas de las amigas (Nota para los que no saben o dicen no saber: 1. Uno no dedica más del 20% del tiempo efectivo de visita a estudiar. 2. Si la amiga tiene algún primo/hermano/amigo no tan feo - no tiene que ser un adonis - el porcentaje anterior se reduce al 5% o menos). Y pues en una de estas visitas comenzó mi interacción con hombres de mi edad... 


¿Y qué pasó????



Nada



Absolutamente nada.



Yo simplemente era la amiga gorda de mis amigas (casi ninguno de sus primos/hermanos/ amigos se aprendió por lo menos mi nombre,  así que mi dedicación a estudiar en la casa de mis amigas se mantenía en el 20%). ¿Qué hombre se iba a fijar en mi?. El más benévolo me saludaba mientras yo moría porque alguno me preguntara al menos la edad... Cuando iba a minitecas (en esa época así se conocían comúnmente las fiestas para menores de edad), bailaba solo cuando todos(as) salíamos a bailar en grupo en lo que fuera el reggaeton de la época (ya no recuerdo muy bien cuales eran los ritmos en furor ) o a saltar en las canciones de Maná (éxitos tales como "Me vale" y similares...). El resto del tiempo permanecía sentada, suplicando mentalmente para que primero el niño que me gustaba, o después, cualquier niño, me sacara a bailar. Nunca pasó. 

Siempre supe que mi inexistente éxito era resultado de mi gordura, de mi poca gracia (si hubiera sido flaca, tampoco habría sido bonita), de la consecuente timidez y de mi inevitable falta de sentido de la moda (en mi aislamiento o no sabía que era lo que estaba de moda, o no me lo compraban, o se me veía terrible). 

Así que mi adolescencia no fue una época buena para bailar. Eso sí, debo aclarar que como la ilusa que soy, si aprendí a bailar, primero con una prima y después en unas clases que mi papá (en un golpe de optimista modernismo) me regaló.

Ya en la universidad pude bailar un poco más, supeditada por supuesto a la disponibilidad de mis amigos sin novia o a que alguna de ellas no pudiera ir a algún evento. Afortunadamente mis amigos presentaban cierto comportamiento aleatorio en términos sentimentales, así que la relación entre canciones bailadas / canciones escuchadas aumentó considerablemente... No al 50%, pero al menos ya valía la pena salir. Sin embargo, en el fondo todavía me amargaba: ¿han visto como a veces uno sale con un grupo de amigos pero termina conociendo gente nueva y los jóvenes de otro grupo se acercan para hablar/conocer/bailar/tomarse algo con un@?... Pues a mi nunca me pasó algo así. Sólo me sacaban a bailar mis amigos. Si ellos me presentaban a sus amigos, éstos últimos, muy educadamente me saludaban y sacaban a bailar a alguna de mis otras amigas. 

Sin importar que ya bailaba un poco más, yo vivía amargada porque tenía (y tengo) en mi imaginario la idea de la conquista del siglo pasado: chico conoce chica, chica sonríe, chico invita a bailar a chica, chica acepta, chico y chica bailan como si no hubiera un mañana ... Yo sigo esperando el primer chico que espontáneamente me pida que bailemos como el primer paso para conquistarme.

Tengo 31 años y cada vez bailo menos. Gran parte de mis amigos y amigas se han casado, y no se si han notado que cuando la gente se casa es como si hubiera firmado una cláusula de exclusividad para fines de danza y baile. Ahora cuando salgo con mis amigos si no hay alguno soltero, simplemente voy de decoración porque de esa silla no me voy a mover a menos que sea para irme a mi casa. Mis planes tienden cada vez  más a tomar el té que a salir a bailar. 

Ahora bailo sola, usualmente sentada en mi oficina o en algún taxi, moviendo la cabeza y a veces los hombros mientras escucho mis canciones favoritas. Bailo en mi cuarto mientras organizo el clóset. Bailo en mis sueños y en las escenas que imagino antes de ir a dormir.

Espero haber bailado lo suficiente en esa vida pasada y haber disfrutado libremente de la música sin el complejo de ser una ballena que se mueve torpemente. Espero que en al menos una de mis vidas pasadas un príncipe azul se haya enamorado de mi mientras bailábamos perfectamente sincronizados.




miércoles, 1 de mayo de 2013

Cita a ciegas

Tiendo a acumular muchos amigos.

En la oficina tengo varios, incluyendo dos amigas con las que comparto lo suficiente para estar al tanto de sus historias de vida. Diana esta casada y recientemente tuvo un bebe. Andrea es una mujer muy linda, inteligente, responsable y buena amiga.

Andrea está separada y por las circunstancias del destino, Diana decidió presentarle un amigo de ella porque le parecía que eran el uno para el otro. De hecho, se paso varias semanas hablándole de él (y viceversa) y armando mil planes hipotéticos para que se conocieran. Después de mucho desvariar y planear, organizó un encuentro casual en el que obviamente fui incluida.

Andrea dice que no hubo química; del joven no sabemos una opinión directa, pero le pidió el teléfono y después la llamó para que ella tuviera el de él y salieran después. A mi... me encantó, y sentí toda la química unilateral de la vida. Obvio, a mi nadie me pidió el teléfono. Ni me lo va a pedir.

Si señores, esto es lo que pasa por ser gorda. Ustedes creen que en algún momento de mis 31 años alguien ha dicho que me va a presentar a alguien? Ahora que recuerdo si... me iban a presentar a uno que "le gustan las gorditas"... Mejor que no me presenten a nadie. Y mucho mejor si no me llevan a las citas a ciegas de los demás...



domingo, 17 de febrero de 2013

"...rejection kills. Dissapointment only maims"

El título es una frase de una de mis películas favoritas. De esas que me hacen reír y sentirme identificada (excepto por el final feliz). Si, me gustan las comedias románticas, algunos dramas, las de misterio, las de acción si están bien hechas; disfruto el cine, disfruto quedarme sola en mi casa viendo una película tras otra (muchas repetidas, pocas nuevas).

También tengo un gusto excesivo por las bebidas estimulantes, café y té principalmente, aunque no me es indiferente el alcohol. Me encanta el vino, especialmente el seco. Me gusta la cerveza. Y lo que más me gusta es probar... Nuevos sabores, otras marcas, otras cepas.

Contrario a lo que se puede esperar de una mujer gorda, no soy fanática del dulce. Mis gustos y mis excesos están más relacionados con la comida de sal ( carnes, pescados, salsas...). Claro que me gustan algunos postres, especialmente los helados y los que tienen alguna fruta ácida, pero puedo evitar los dulces con facilidad sin que sea una tortura. Me encanta el chocolate amargo, muy amargo, y los jugos ácidos sin azúcar. Claramente el café y el té también los tomo sin azúcar, por respeto a sus sabores y porque simplemente me gustan más así.

Disfruto la soledad y el silencio. Soy muy consentida y creo que la razón por la que me gusta ir a la peluquería es por la sensación de adormecimiento que siento tan pronto alguien toca mi cabello... Es relajante y tranquilizante.

Me gustan varios tipos de música. La clásica para los días de sensatez y reflexión. El pop y el rock para los días de trabajo duro en los que necesito una inyección de energía. La música tropical ( salsa, merengue, reggae) para cuando quiero sentirme de fiesta.

Creo fervientemente que la lectura es el mejor pasatiempo, aunque a veces la abandone por placeres menos productivos y más banales como repetir los mejores capítulos de "The Big Bang Theory" y "The Good Wife".

Mi mayor ambición es viajar por el mundo y saber muchos idiomas. Considero a los políglotas afortunados porque tienen mayor probabildad de leer los libros en el idioma en el fueron originalmente escritos y porque tienen más libertad para viajar... Sin las ataduras de los guías y los traductores.

P.D. La frase es de "The truth about cats & dogs".


sábado, 16 de febrero de 2013

Ni Castillo, ni mazmorra

En el capítulo anterior: Hace dos semanas estaba en ascenso directo a la novena nube porque Alan me había invitado a una reunión que estaba organizando y aposté que a pesar de mis grandes ilusiones, me iba a presentar a su novia (próximamente prometida...)...

En un corte para comerciales,informo que la dieta no va....y por qué estoy escribiendo si hoy era el esperado evento????

Pues porque finalmente mi amigo no salió con nada... Recuerden que Alan y yo no tenemos contacto directo. Esta es una de esas historias en las que a uno le gusta el amigo del amigo, y en realidad Alan le dijo a mi amigo que me invitara, y mi amigo me invito, y yo le dije que sí, y hoy simplemente no apareció.... De todos los escenarios que se me ocurren, creo que el más probable es que mi amigo intermediario prefirió ir con la novia y no se quiso encartar conmigo. Y sobre Alan... Pues no voy a poder saber siquiera si gané o perdí mi apuesta... Lo que sí perdí fue la ilusión (como tantas otras veces, así que no es nada grave) y la extraña fuerza que me mantenía levitando entre las nubes ... el jueves ya iba en la número 15 pero desde ayer que noté que mi amigo no aparecía, inicié el descenso... Hoy estoy en alguno de los subniveles del inframundo ... Esta bastante oscuro, así que dejé de darme cuenta de la profundidad hace varias horas (hacia medio día, cuando la plantada fue evidente).

Con esta conclusión, no me queda más alternativa que darle las gracias al sabio destino por darme este refrescante baño de fría realidad.

lunes, 4 de febrero de 2013

Freak???

Hace dos semanas cumplí 31 años y otra vez vuelvo a pasar un cumpleaños sola. Como se puede esperar en una mujer no tan bonita, gorda y falta de autoestima, he estado desde hace un mes pensando "¿y por qué a mi?"... ¿Es que acaso no merezco ser amada? ¿Me voy a quedar sola?

Aunque el trauma decrece paulatinamente, en el fondo me sigo haciendo mil preguntas y negando mil esperanzas. El punto es que ya lo estaba asimilando: en el fondo estoy bien, nadie me molesta, estoy tranquila y ya hago más cosas sola o salgo más con mis amigos, etc...

Hasta acá, todo bien. Entonces, ¿cuál es el problema? Pues el problema es que la vida no es fácil, nadie dijo que lo fuera, y cada vez que superamos una prueba nos pone una más difícil. En mi caso, me da esperanzas... Y cuando la vida me da esperanza, me ilusiono, y cuando me ilusiono casi siempre se me caen los castillos en el aire...

Mi castillo, para efectos de este blog, se llamará Alan y es músico. Como dice la sabiduría popular, no hay nada que el tiempo y la distancia no puedan curar, y ya que hace rato no tenía noticias de él, ya lo tenía en la lista de amores platónicos elegibles para soñar de forma segura, sin esperar que alguna de mis fantasías se hiciera realidad (si alguien se pregunta qué tipo de fantasías, pues nada del otro mundo.... Que me llama, me escribe, me quiere y me conquista)...

La semana pasada, un amigo que tenemos en común me dijo que Alan estaba organizando una reunión con unos amigos y que me invitaba... Creo que no tengo que elaborar más al respecto... En este momento mi ego asciende de la octava a la novena nube imaginando como la paso de maravilla en el evento y que él al final me pide el teléfono, intercambiamos datos, hablamos y quedamos de salir pronto ( y solos, a menos que él sea muy tímido y prefiera que nuestro amigo nos siga sirviendo de Celestino...)...¿ Si ven en donde va la pelìcula? Y eso que faltan 12 días... ¿Cómo estaré la noche anterior? ¿ será que para ese momento ya me habrá golpeado el bichito de la realidad (cuando por ejemplo me cuenten que el joven en cuestión tiene novia o está saliendo con alguien)?. La forma más sensata de aceptar las cosas como son y evitar esta tortura mental, sería decir que no voy... Pero como la voluntad me falta, la ilusión me sobra y la idiotez me invade, no fui capaz y ya re-confirmé mi asistencia.... En dos semanas les estaré contando el final de esta tonta historia.

Para darle un poco de emoción al asunto, voy a apostar: apuesto a que llego lo mejor arreglada que pueda, estrenando ropa si es que el estirado cupo de mi tarjeta de crédito lo permite (aunque viéndome más gorda que nunca), y lo primero que pasa es que me presenta la novia, para después anunciar al público que están comprometidos... Quédense en sintonía...

Pero aunque no lo crean, la realidad me ayuda un poquito: ayer una amiga, hablando de todo un poco como las locas, me empezó a contar la historia de un amigo de ella. Lo vamos a llamar Andrés. El punto es que este pobre hombre está en pleno divorcio porque se había casado con un mujer no muy apta para él... Una historia de esas que cada vez se ven más en amigos, familiares y conocidos. Concluida la historia de Andrés, mi amiga terminó diciendo que le gustaría que yo saliera con él,  que de hecho siempre había creído que nos podríamos llevar bien... Cuando pregunté porqué, entre muchas otras razones, va y me sale con "y a él siempre le han gustado las gorditas... No le gustan las viejas lindas flacas... D hecho la esposa era gordita".... ¿¿¿Es qué acaso soy un monstruo para que alguien tenga que tener un gusto raro para que me voltee a mirar??? No le puedo gustar a un tipo normal, sino a uno que le gustan "las gorditas"? Y entonces si me adelgazo (por alguna extraña conjunción de planetas), ¿le voy a dejar de gustar?

Adivinen cuantas ganas me quedaron de conocer a este tipo... Tengo que volver al principio de este correo y recordar que ya me estaba acostumbrando a estar sola ("gordita" o "no gordita"... Detesto que me digan gordita... Díganme gorda de frente y no le pongan diminutivos idiotas por favor)



jueves, 10 de enero de 2013

No me permito volver a ser yo

  • En marzo o abril, ya no lo recuerdo bien, estuve en el matrimonio de unos amigos. Fue después de terminar con Javier, así que ganarme el ramo no era más que una ironía... aunque en el fondo yo lo vi como una pequeña señal de esperanza. ¿Y si tal vez llegara un alguien (príncipe, mendigo, intelectual o deportista)  para demostrarme, a pesar de mi apatía, que el amor si existe?... Esperé un mes, dos meses... 9 meses! Y después de un periodo igual a un embarzo, no apareció, nada nació.

  • Lo que antes iba bien: el trabajo, ahora va mal... él está desesperado conmigo y yo con él. Y no tengo muchas esperanzas de superarlo. Cada día soy más mediocre y la suerte me acompaña menos. Podría, por un día, ser alguien a quien envidie? Alguien feliz, competente, alguien con la capacidad de triunfar. Yo no voy a triunfar. La mediocridad es mi mayor logro y por estos días, mi única expectativa.

  • La familia... pues sigue siendo la familia. Cuando era adolescente, recuerdo que en todas las tarjetas, cartas, mensajes, escribía "siglas": E.S.E. = Eres Super Especial, T.Q.M = Te Quiero Mucho, etc... pero la peor de todas: N.C. = ¡¡¡ Nunca Cambies!!!!.... Supongo que esta última fue la que escribí en las tarjetas para mi familia, porque nunca cambiaron. Pasamos una semana de vacaciones juntos, sobrevivimos, pero espero que la próxima semana familiar sea hasta el 2014, o después.
¿¿¿Esto es lo que soy??? ¿¿¿Esto es lo que me espera por los próximos 87,7 años con 90 kilos???... Si, leyeron bien... después de una semana de vacaciones en un hotel maravilloso, vuelvo a pesar 90 kilos...