martes, 21 de enero de 2014

Lecciones Aprendidas I: Malos patrones

Estoy leyendo un libro que trata de la importancia de estar en el presente. No en el pasado, no en el futuro. Me hizo pensar y recordar algunos "principios" que por una vez en la vida, me gustaría aplicar:

  • Si no soy yo, ¿entonces quien?. Si no es ahora, ¿entonces cuando?
  • Vivir el ahora. No antes, ni después.
  • Puedo cambiar lo que quiera de mi vida.
Sin embargo, se vale volver al pasado para aprender de los errores. Leí en otro blog que "de los errores surgen mejores ensayos", pero para esto hay que saber exactamente cual fue el error.

A continuación mis errores:

  • Haber aceptado que mi vida profesional se diera por defecto, sin sentarme a pensar en qué es lo que quiero para luchar por ello.

  • Ímaginarme que me voy a enamorar en alguno de los siguientes casos de telenovela:
    • Chico malo se regenera porque encuentra al amor de su vida en una niña buena (léase yo).
    • Chico bueno, calificable como "husband material", se enamora perdidamente de mi. Me hago la dificil porque "Oh! no creo en el amor ni en el matrimonio", pero el va a mover cielo y tierra hasta convencerme de que seremos felices solo si estamos juntos.
    • Algún "ex" (novio, amigovio, amigo con derechos o "desgraciado que se aprovechó de mi") aparece arrepentido por haberme dejado ir y ahora, que es un hombre nuevo, quiere (y logra) recuperarme para nunca más dejarme ir.
    • Super hombre, de la vida real, termina siendo amigo mio. Nuevamente, se enamora perdidamente de mi indiferencia, hasta que no soporta más y me declara su amor ( a la vez que confiesa como cada vez que hablabamos como amigos quería darme un beso).
    • Hombre bueno, después de una relación tormentosa, descubre que yo sí valgo la pena.
    • Variaciones o combos de algunas de las anteriores.

  • Haberme encaprichado con los siguientes personajes (los nombres de los protagonistas han sido modificados para proteger mi identidad, no la de ellos):
    • Raúl: Primo de mi mejor amiga del colegio. Fue mi amor platónico desde que yo tenía 12 años. Yo era, tal como ahora, gorda y el feo y pecoso. Tal vez esto no sería problema, pero resulta que parece que a esa edad yo tenía una buena capacidad para identificar el potencial físico de los hombres, porque este pecosito se volvió todo un galán. Casi muero el día que me dijo que fueramos amigos: me parecía un gran primer paso, hasta que decidió salir/cuadrarse/mantenerse en contacto con la mitad de mi curso, excepto conmigo.
¿Qué aprendí?: (i) Evitar a los hermanos, primos, mejores amigos de tus amigas. (ii) La belleza física siempre es la mejor "primera impresión".

    • David: El fiasco de la época universitaria. Ese error que uno nunca debió cometer, pero con el que aprendió todas las lecciones dificiles. El era feo, y aunque siempre le gustó una amiga que teniamos en común, parece que las cosas se dieron después de varios desplantes de ella. Toda la carrera estuve ilusionada con este idiota que nunca quiso tener nada oficial ni público conmigo.
¿Qué aprendí?: (i) Si quiero algo serio, no debo acostarme con alguien que me sigue presentando como su amiga, mientras que además sale de rumba con otras. (ii) Hay que saber escoger. Mejor sola que mal acompañada. (iii) Cuando tu mejor amigo (hombre) dice que otro tipo no te conviene, muy seguramente tiene la razón.
    • Leonardo: No hay mucho que decir. Errores similares a la experiencia inmediatamente anterior. Solo que con este tuve una mini-venganza. Bueno, solo para refrescar mi memoria y la serie de eventos que desencadenó mi insanidad mental, contaré la historia.
Nos conocimos en el trabajo, aunque solo empezamos a "salir" cuando dejamos de trabajar juntos. Mientras trabajabamos era, o por lo menos a mi me parecía, interesante, inteligente, caballeroso, divertido. En ese tiempo el salía con otra niña, pero ella se fue del país. ERROR #1: Tratar de conquistarlo siendo su paño de lágrimas. Después de que ella se fue, seguiamos hablando mucho; de hecho alguna vez me invitó a cine con los amigos, pero preferí no ir porque no estaba en mi mejor facha (a pesar de estar en la oficina. No estaba desarreglada, pero no estaba presentable para los amigos del niño que me gustaba). ERROR #2: No estar presentable siempre que salgo de casa. Alguna vez pensé que ese día cambió el buen rumbo que habría podido tener nuestra relación.
Meses después salimos, y esa noche nos acostamos. ERROR #3: No acostarme en la primera cita-cita con alguien que me gusta de verdad. Después, aunque tratamos de tener algo, me salió con el cuento de que estaba en un momento familiar dificil, y no podía dedicarme el tiempo que yo me merecía (o algo así). “Afortunadamente” su momento familiar fue superado en menos de unas semanas, porque antes de un mes ya estaba cuadrado con otra.

  • Javier: Quiero pensar que no fue un error. Si, nos equivocamos. Si, sufrí. Pero fue la primera relación bonita que tuve. Con él, aunque por tiempo limitado, me sentí apreciada, respetada. El error tal vez fue asumir que las condiciones estaban dadas y que ambos manejabamos la misma definición de varios términos...

lunes, 20 de enero de 2014

Inolvidable

No sé lo que pueda pensar al recibir este correo. Tranquilícese. Solo sentí cierta necesidad de contarle a alguien lo que me pasa por la cabeza.

Me gusta Ricardo. Como me han gustado muchos otros, así que no creo que sea para preocuparse. ¿Qué importa si tiene novia? De todas formas no va a pasar nada. Ella es linda, muy linda. Y él y yo somos tan diferentes… creo que por eso me gusta tanto, porque me gustaría ser como él: sonriente, relajado y con una racionalidad extrema que no cree en religiones o espíritus. Tal vez si fuera como él no me importaría nada y hasta sería capaz de coquetear con él… Claro, para eso también necesitaría ser linda porque en otro caso no valdría la pena la pérdida de la dignidad y el orgullo.

Me gusta pensar que solo a mí me mira fijamente a los ojos. Cuento los segundos que me sostiene la mirada para creer que el resultado, sea el que sea, supera la estadística básica que diferencia la confianza de la atracción.

Ya dije que no me preocupa. Me han gustado muchos, y ya varios han dejado de gustarme. ¿Por qué esto habría de ser diferente?... Tal vez porque lo veo de lunes a viernes, porque su puesto ahora está más cerca al mío, porque el color de sus ojos no cambia… pero esto no significa que sea diferente, solo que me llevará más tiempo.