miércoles, 23 de diciembre de 2015

Propósito 2016

Esta noche que creo tener la luna más cerca, le pido al cielo que me quite estas ganas infinitas de enamorarme; que se vaya este vacío y que deje de sentir la ausencia del que nunca ha estado.


sábado, 5 de diciembre de 2015

Lo que me afecta

El problema de aceptar el primer fracaso, es que uno se acostumbra.

Se me está volviendo costumbre darme por vencida. Creo que es porque cada día descubro una capa más de mis debilidades. No, no soy tan inteligente y capaz como me hizo creer mi papá. Soy mediocre, y el error fue creer lo contrario.

Si desde el principio hubiera aceptado lo normal que soy, no habría llegado tan alto para después caer tan fuerte. No habría simulado ser una mujer exitosa, cuando siempre he sido una niña llena de miedo. Miedo a fracasar y a defraudar a los demás. A mi ya me defraudé hace rato, sin esperanzas de volver a creer en mi.

Ya, lo dije, ya no creo en mi.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Si me hubieras encontrado

Nunca te busqué, aunque en secreto siempre esperé que aparecieras. Debías llegar en una tarde fría, mientras leía un libro en un café solitario de la ciudad. Al principio no ibas a ser amable, de hecho ibas a mirarme de reojo, como una intrusa en tu espacio favorito, mientras yo pensaba exactamente lo mismo de ti. Sin embargo, tenías que tomar la iniciativa. Sabías que yo no lo iba a hacer, aunque en el fondo estuviera ideando mil y un comentarios sobre como la ciudad tiene cinco climas diferentes en un mismo día o algún plan para que mi esfero rodara accidentalmente hasta tus pies. Después de la primera cita todo iba a ser más fácil: Tu te enamorabas de mi sarcasmo y yo me dejaba conquistar por tu fingida seguridad.

 Hoy estaría contando los días para verte ... una semana exactamente. El sábado, después de almorzar con mi familia, iríamos a ver una película. En la noche, mientras tomamos vino sentados en la alfombra de tu sala, confesarías que ya no quieres más distancias, que la decisión está tomada y que nuestro nuevo hogar ya tendría un punto en el mapa de una aplicación en tu celular.

Ahora estaríamos hablando por teléfono. Casi dormida te diría que yo también te quiero y te mandaría un beso. Estaría soñando con estar a tu lado mientras me abrazas y pasas los dedos por mi pelo ya demasiado largo. Estaría pensando que te voy a llevar y si será buena idea llegar de sorpresa. Estaría esperando que pasara una semana para volver a sentir tus besos, para ver tu sonrisa y para acompañarte a comprar una camisa.

¿Por qué no llegaste?. Si no te has dado cuenta, cambiaste todos los planes y ahora no tengo mayor cosa que hacer esta semana. Tampoco tengo que hacer el sábado después del almuerzo con mi familia y voy a terminar viendo la película yo sola, en mi sala mientras me tomo una cerveza. Y tu, vas a terminar sin comprar nada porque detestas los centros comerciales y ella no entiende que uno si puede necesitar diez camisas blancas.


domingo, 23 de agosto de 2015

Excusas excusas excusas



Cuando cambié de ciudad, creí que todo iba a cambiar. Que lejos de mi familia se acabarían las presiones, la comida abundante, mi aburrimiento.

Pero no, porque hay algo que estaba allá y que ahora está acá: yo. El problema soy yo. La causa y la consecuencia: solo yo. A pesar de estar en el exilio, mis errores me persiguen. No solo los pasados, sino los que repito una y otra vez.

¿Qué puedo decir? Lo de siempre, sigo estando sola y sigo siendo gorda. El nuevo trabajo, que ya no se siente tan nuevo, es un reto gigante cada día y pone a prueba mi poca disciplina. Mi familia, sigue siendo la de siempre, pero ahora los extraño porque son los que realmente me quieren; con o sin interés, pero me quieren.

Ahora busco un pequeño oasis. Alguien con quien hablar indefinidamente. Alguien que quiera ser escuchado, no visto. He vuelto a leer con nostalgia las novelas románticas que tanto daño le hacen a la literatura real, pero que al menos me hacen distraerme un poco. Y vuelvo a caer en cuenta que no soy protagonista de un cuento ni de una maravillosa historia. Soy un personaje de esos secundarios, de esos que podría interpretar cualquiera que no tenga un rol más importante que cumplir.

Hace meses no escribía, y tal vez me hacía falta. Me ayuda a reconocer que estoy sola, a la vez que me permite desahogarme, como hablando al vacío, pero al fin y al cabo hablando: "Hola Vacío, a ti te puedo contar todo porque eres el único que está a mi lado".


domingo, 3 de mayo de 2015

Todo ha cambiado y todo sigue igual

Ahora vivo en otra ciudad, muy diferente a la mía. Dejé el caos y la urbe por la tranquilidad de una ciudad pequeña, con tan pocas distracciones que es difícil esconderse de los errores y los malos recuerdos. Hay uno en especial que nunca podré dejar atrás.

Creí empezar una nueva vida llena de oportunidades. En realidad, todo sigue igual, con las nefastas consecuencias de los errores que me persiguen y con los kilos acumulados en treinta y tres años.

Ahora es cuestión de necesidad, de escasez.

Es mejor salir rápido de todos los problemas... al mal paso darle prisa, dicen por ahí. Solo falta encontrar la salida.