domingo, 27 de noviembre de 2011

Y EN DONDE ESTÁ MI FUERZA

Siendo el último domingo de noviembre, se me dio por hacer un balance de lo que he hecho este año. Si me remito a la publicación que hice al principio del año con mi supuestas metas, encuentro que no he alcanzado ninguna (y no estoy ni remotamente cerca de hacerlo)... Escasamente he leído uno que otro libro, el peso está igual o peor que cuando empecé a escribir el blog, y sigo sabiendo las mismas tres palabras del francés...

Acabo de leer un post que habla de la Fuerza, y yo me pregunto donde está la mía... donde está la disciplina que necesito para conseguir las cosas en ausencia de buena suerte... cualquiera diría que dentro de mi, pero estoy a punto de creer que las numerosas y gruesas capas de grasa de mi cuerpo no la dejan salir... ni siquiera se le puede ver y de hecho, es posible que la presión física y la falta de espacio logren comprimirla hasta desaparecer. ¿Y si ya se ha ido? Si se desintegró y fue absorbida por las células que posteriormente la eliminaron como a cualquier desecho, ¿podré comprar una nueva o cultivarla con semillas de manzana?






lunes, 14 de noviembre de 2011

El e-mail que no fue enviado


Solo me pareció injusto haberle gastado tanto tiempo y que después se borrara, así que lo escribí acá para que no se me olvide que alguna vez pude decir todo lo que quería.

Lo que sea que tenga contigo no tiene nombre, y no puede tenerlo porque no tiene bases firmes para ser algo tangible. Si, lo he disfrutado; si, la he pasado muy bien; si, tengo muy buenos recuerdos, pero no todo ha sido bueno… de hecho, estadísticamente he pasado más tiempo dudando que siendo feliz.

Tengo claro que todo es mi culpa, porque cuando empezamos a salir ya hace casi cuatro años di cosas por ciertas, pensando que teníamos algo serio… nunca pensé que cuando me presentabas como tu novia, era porque ese era un nombre que no significaba tanto y que hacía más fáciles las cosas… pensaba tantas cosas tontas… ni siquiera se me pasaba por la cabeza que eso implicaba ser una de varias.

Ahora, no puedo quejarme, porque desde el principio he aceptado esta “informalidad”, pero hasta aquí llego yo. Si no quieres ofrecerme algo mejor, por favor déjame sola. Llevo mucho tiempo estando sola, pero esperando siempre que pase algo más contigo y eso me está amargando toda la existencia. Te agradezco lo bueno que hemos pasado, pero honestamente necesito más certeza… necesito compañía permanente y no una salida por semana… una salida por semana sólo implica que tengo 6 días de soledad, esperando por una llamada o una invitación a salir… porque si, tienes que saber que han pasado dos puentes con tres días sin trabajo cada uno, y ni siquiera porque digo que estoy muriendo de aburrimiento, se te ocurre decir que nos tomemos un tinto.

Quiero alguien 24/7… disponibilidad completa. Alguien celoso, posesivo e impaciente, que quiera, ofrezca y exija exclusividad… para quererme, adorarme, preguntarme en donde estoy y casi asfixiarme. Alguien que me presente en su casa, con sus amigos, que no pierda oportunidad de presentarme como su novia… que me lleve a su casa, y que no tenga como excusa la falta de plata para no verse conmigo (claramente alguien que me lleve a su casa perfectamente podría invitarme a ir de visita, ver una película, leer un miserable libro, ver televisión, etc… costo del plan: cero pesos… claramente esto contigo  no es una opción).

Y no quiero tener que pedir todo esto… quiero alguien que me quiera y me idolatre tanto que haga todo por iniciativa propia y no porque yo lo pida, directa o indirectamente, unas mil veces por semana…

Y si, el sexo es increíble, pero desafortunadamente no es lo único que yo quiero. Quiero mucho más. Quiero certeza, no quiero dudar más ni preguntarme si hay alguien más, o si es que simplemente no soy suficiente para que alguien quiera conquistarme, así como se conquistan los países: con ocupación permanente y no solo como quien pasa de visita turística.

Y si no puedo tener todo lo que quiero, pues prefiero estar sola. Necesito resignarme a mi soledad sin relaciones a medias, sin incertidumbres.

A ti te deseo lo mejor, que encuentres lo que de verdad quieres: o varias mujeres que no tengan problema con las relaciones abiertas o una que de verdad te haga feliz o lo que sea… si has de estar acompañado, espero que sea con alguien que te ayude a crecer, a darte cuenta que en algún momento es mejor ahorrar para buscar independencia que para comprar un PlayStation… sé que todo esto suena a un montón de recriminaciones injustas, y puede que lo sean, pero también se que me conoces lo suficiente para ignorar lo que creas que no aplique y para asumir esto con madurez.  

Estos días estuve pensando si debería hablar todo esto en persona, pero recordé que he tenido poco éxito cuando hablo contigo… solo me miras con ojos de cordero degollado, no dices nada, ni siquiera una falsa promesa… nada… al final sólo me siento culpable y frustrada… Así que pensé que escribirlo era mejor para desahogarme, decir lo que tengo que decir y ya… Igual no habrías hecho mucho si te digo todo esto personalmente, pues al leerlo te evitas el drama de verme con el ojo aguado.

Al final, ambos tan tranquilos: yo dije lo que tenía que decir, tu te ahorras el drama y mis lágrimas.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Fin de semana de película...S

Me gustaría inducirme a error con el título de esta entrada, pero mi estado de ánimo me recuerda que es solo otra muestra de sarcasmo. 

Este fin de semana también tiene lunes festivo, y aunque me encanta tener un día más para dormir hasta una hora decente, los fines de semana siguen siendo una de mis mayores torturas. He estado acá en mi casa estos dos días y creo que pronto voy a empezar a convulsionar o a incendiarme por combustión espontánea. No he salido porque estoy en plan de austeridad: aunque tengo dinero, estoy tratando de controlarme más con mis gastos porque no quiero que me pase lo mismo de todos los meses que llego al final rogando para que paguen el salario un par de días antes o pidiendo plata prestada. Sin embargo, si sigo así, lo poco que ahorre tendré que gastarlo en terapia.

Debido al super plan de austeridad, he pasado los últimos fines de semana en mi casa, encerrada, viendo películas en televisión o en el computador... Imaginen cuantas películas/series nuevas y repetidas he visto en estos días.... honestamente ya perdí la cuenta. 

Cuando no estoy viendo películas, entro a los blogs conocidos y desconocidos de personas que están perdiendo peso (no me puedo incluir en el grupo, porque lo único que sigo perdiendo son esperanzas... los kilos siguen intactos y en su acostumbrada e implacable distribución por todo mi cuerpo)... Hay muchas historias de personas valientes, perseverantes, disciplinadas que me inspiran mucho, solo que la inspiración dura algo menos de cinco minutos después de que acabo de leer.

Siempre he creído que soy muy inteligente y que si fuera más disciplinada, lograría muchísimas cosas.... pero si sigo con frases que empiezan por si fuera, no es difícil adivinar en donde voy a terminar: precisamente aquí, en el mismo lugar en el que estoy lamentando mi suerte, solo que voy a tener más años y, a este paso, más kilos.

Hoy volví a llorar viendo El Gran Concierto, pero reconozco que son de las pocas lágrimas buenas que he derramado últimamente. Y si, si existen las lágrimas buenas: para mi son esas de pura emoción, de final feliz de película, de sorpresa romántica, de recibir un regalo muy deseado. Hace bastante rato que no lloraba lágrimas buenas, pero incluso a esas las tengo que controlar... no puedo ir por el mundo llorando con cuanta buena película se me atraviesa por el camino.

Por la tarde quise salir a hacer algo, pero todo se quedó en pensamientos, en un rechazo tácito y en la renovada amargura recarga cada día mi cuerpo como si fuera una batería. Y si todo se acabara? Dicen que en el 2012 se acaba el mundo... no le deseo el mal a nadie, pero cada vez pienso más en las ventajas de que  se acabara el mío. 

¿Habrá algún pensamiento más amable que alguien pueda introducir en mi cabeza? ¿y si esta noche en un sueño siembran una ramita de esperanza? ¿Y si al final despertamos sabiendo que se cumplió la misión porque al amanecer creo que puedo empezar a ser feliz?... Si, lo sé, tengo que dejar de ver tantas películas.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Si mi vida fuera una película, claramente no sería una color rosa...

A pesar de las convicciones que trato de mantener, confieso que me encantan las comedias románticas, y a pesar de mi aparente cordura, termino fantaseando después de verlas (sólo por un par de semanas, dependiendo del día del ciclo hormonal en que me encuentre).

Todavía me pregunto porque las creo, si A. Eso solo pasa en las películas y B. Las protagonistas son divinas.... ¿Qué diablos me hace pensar que me va a pasar lo mismo que a ellas?....

En los últimos meses mi vida ha sido un poco menos que plana, con algunas inclinaciones, todas en bajada. Si me preguntan, todo ha bajado tanto, que hasta me siento con menos estatura. Y esta maldita inercia no ayuda en nada... solo en volverse mi mejor amiga.

No puedo seguir acá encerrada o terminaré comiendo paredes. No puedo salir, porque en ese caso tendría que empeñar los ojos o el alma. La alternativa es simplemente no ser o no estar, para no consumir y no deber y no sentir dolor.

Y si él viniera a iluminarme de sensatez? A hacerme reir? Es el único que me ha dicho que le gusta verme reir. Su inconveniente, es la frecuencia con la que le gusta verme (con o sin sonrisa) y mi problema es que sigo esperando que algo cambie... La que tiene que cambiar soy yo... pasar de estado sólido-grasoso a ausente-gaseoso... Si con mi ausencia se entristece, sabré que alguien alguna vez me quiso aunque sea muy poco.

Tal vez también es muy poco lo que yo lo quiero... lo quiero a él, pero sería mejor si se peinara, se vistiera y fuera diferente, si me asfixiara y estuviera detrás de mis pasos, si me perdonara pero no olvidara, y si yo olvidara... en ese caso, podría quererme un poco más.