sábado, 16 de febrero de 2013

Ni Castillo, ni mazmorra

En el capítulo anterior: Hace dos semanas estaba en ascenso directo a la novena nube porque Alan me había invitado a una reunión que estaba organizando y aposté que a pesar de mis grandes ilusiones, me iba a presentar a su novia (próximamente prometida...)...

En un corte para comerciales,informo que la dieta no va....y por qué estoy escribiendo si hoy era el esperado evento????

Pues porque finalmente mi amigo no salió con nada... Recuerden que Alan y yo no tenemos contacto directo. Esta es una de esas historias en las que a uno le gusta el amigo del amigo, y en realidad Alan le dijo a mi amigo que me invitara, y mi amigo me invito, y yo le dije que sí, y hoy simplemente no apareció.... De todos los escenarios que se me ocurren, creo que el más probable es que mi amigo intermediario prefirió ir con la novia y no se quiso encartar conmigo. Y sobre Alan... Pues no voy a poder saber siquiera si gané o perdí mi apuesta... Lo que sí perdí fue la ilusión (como tantas otras veces, así que no es nada grave) y la extraña fuerza que me mantenía levitando entre las nubes ... el jueves ya iba en la número 15 pero desde ayer que noté que mi amigo no aparecía, inicié el descenso... Hoy estoy en alguno de los subniveles del inframundo ... Esta bastante oscuro, así que dejé de darme cuenta de la profundidad hace varias horas (hacia medio día, cuando la plantada fue evidente).

Con esta conclusión, no me queda más alternativa que darle las gracias al sabio destino por darme este refrescante baño de fría realidad.

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