Hace dos semanas perdí mi trabajo. Si, yo lo perdí porque no lo cuidé. No hay más que decir.
Por ahora estoy en mi casa, descansando y participando de vez en cuando en las tareas del hogar. Es difícil no saber que va a pasar con mi vida profesional. Es bueno, sin embargo, contar con la familia y los verdaderos amigos.
No tengo más que decir. Durante 8 años la razón aparente que me mantenía a flote fue mi trabajo. Ahora no tengo nada. No se siente bien ni mal, solo se siente un vacío que no se con que voy a llenar.