Estoy leyendo un libro
que trata de la importancia de estar en el presente. No en el pasado, no en el
futuro. Me hizo pensar y recordar algunos "principios" que por una
vez en la vida, me gustaría aplicar:
- Si no soy yo, ¿entonces quien?. Si no es ahora, ¿entonces
cuando?
- Vivir el ahora. No antes, ni después.
- Puedo cambiar lo que quiera de mi vida.
Sin embargo, se vale
volver al pasado para aprender de los errores. Leí en otro blog que "de
los errores surgen mejores ensayos", pero para esto hay que saber exactamente
cual fue el error.
A
continuación mis errores:
- Haber aceptado que mi vida profesional se diera por
defecto, sin sentarme a pensar en qué es lo que quiero para luchar por
ello.
- Ímaginarme que me voy a enamorar en alguno de los
siguientes casos de telenovela:
- Chico malo se regenera porque encuentra al amor
de su vida en una niña buena (léase yo).
- Chico bueno, calificable como "husband
material", se enamora perdidamente de mi. Me hago la dificil porque
"Oh! no creo en el amor ni en el matrimonio", pero el va a
mover cielo y tierra hasta convencerme de que seremos felices solo si
estamos juntos.
- Algún "ex" (novio, amigovio, amigo con
derechos o "desgraciado que se aprovechó de mi") aparece
arrepentido por haberme dejado ir y ahora, que es un hombre nuevo, quiere
(y logra) recuperarme para nunca más dejarme ir.
- Super hombre, de la vida real, termina siendo amigo
mio. Nuevamente, se enamora perdidamente de mi indiferencia, hasta que no
soporta más y me declara su amor ( a la vez que confiesa como cada vez
que hablabamos como amigos quería darme un beso).
- Hombre bueno, después de una relación tormentosa,
descubre que yo sí valgo la pena.
- Variaciones o combos de algunas de las anteriores.
- Haberme encaprichado con los siguientes personajes (los
nombres de los protagonistas han sido modificados para proteger mi
identidad, no la de ellos):
- Raúl: Primo de mi mejor amiga del colegio. Fue mi amor
platónico desde que yo tenía 12 años. Yo era, tal como ahora, gorda y el
feo y pecoso. Tal vez esto no sería problema, pero resulta que parece que
a esa edad yo tenía una buena capacidad para identificar el potencial
físico de los hombres, porque este pecosito se volvió todo un galán. Casi
muero el día que me dijo que fueramos amigos: me parecía un gran primer
paso, hasta que decidió salir/cuadrarse/mantenerse en contacto con la
mitad de mi curso, excepto conmigo.
¿Qué aprendí?: (i) Evitar a los hermanos,
primos, mejores amigos de tus amigas. (ii) La belleza física siempre es la
mejor "primera impresión".
- David: El fiasco de la época universitaria. Ese error
que uno nunca debió cometer, pero con el que aprendió todas las
lecciones dificiles. El era feo, y aunque siempre le gustó una amiga que
teniamos en común, parece que las cosas se dieron después de varios
desplantes de ella. Toda la carrera estuve ilusionada con este idiota que
nunca quiso tener nada oficial ni público conmigo.
¿Qué aprendí?: (i) Si quiero algo serio, no debo
acostarme con alguien que me sigue presentando como su amiga, mientras que
además sale de rumba con otras. (ii) Hay que saber escoger. Mejor sola que mal
acompañada. (iii) Cuando tu mejor amigo (hombre) dice que otro tipo no te
conviene, muy seguramente tiene la razón.
- Leonardo: No hay mucho que decir. Errores similares a
la experiencia inmediatamente anterior. Solo que con este tuve una
mini-venganza. Bueno, solo para refrescar mi memoria y la serie de
eventos que desencadenó mi insanidad mental, contaré la historia.
Nos conocimos en el trabajo, aunque solo
empezamos a "salir" cuando dejamos de trabajar juntos. Mientras
trabajabamos era, o por lo menos a mi me parecía, interesante, inteligente,
caballeroso, divertido. En ese tiempo el salía con otra niña, pero ella se fue
del país. ERROR #1: Tratar de conquistarlo siendo su paño de lágrimas. Después
de que ella se fue, seguiamos hablando mucho; de hecho alguna vez me invitó a
cine con los amigos, pero preferí no ir porque no estaba en mi mejor facha (a
pesar de estar en la oficina. No estaba desarreglada, pero no estaba
presentable para los amigos del niño que me gustaba). ERROR #2: No estar
presentable siempre que salgo de casa. Alguna vez pensé que ese día cambió
el buen rumbo que habría podido tener nuestra relación.
Meses después
salimos, y esa noche nos acostamos. ERROR #3: No acostarme en la
primera cita-cita con alguien que me gusta de verdad. Después, aunque
tratamos de tener algo, me salió con el cuento de que estaba en un momento
familiar dificil, y no podía dedicarme el tiempo que yo me merecía (o algo
así). “Afortunadamente” su momento familiar fue superado en menos de unas
semanas, porque antes de un mes ya estaba cuadrado con otra.
- Javier: Quiero pensar que no fue un error. Si, nos equivocamos. Si, sufrí. Pero fue la primera relación bonita que tuve. Con él, aunque por tiempo limitado, me sentí apreciada, respetada. El error tal vez fue asumir que las condiciones estaban dadas y que ambos manejabamos la misma definición de varios términos...